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SOCIEDAD DE AMIGOS EN DEFENSA DE LA GRAN SABANA

VENEZUELA: Qué es el Arco Minero del Orinoco?

VENEZUELA:       Qué es el Arco Minero del Orinoco?


Fuente:https://noalamina.org/latinoamerica/venezuela/item/40325-el-arco-minero-del-orinoco-fraude-y-catastrofe-en-venezuela

¿Qué es el Arco Minero del Orinoco?

I. El Arco Minero del Orinoco es un proyecto de explotación de recursos naturales dentro de nuestro país. Fue establecido y puesto oficialmente en curso por medio de un decreto presidencial el 24 de febrero del año 2016 (promulgado en la Gaceta Oficial N˚ 40.855 bajo el N˚ 2.248).

Este decreto autoriza la explotación minera a gran escala de una inmensa zona ubicada en el sureste del país (incluye vastas áreas de los estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro) y será desarrollada por empresas mixtas (el proyecto contemplaba inicialmente la incorporación de, al menos, 150 empresas extranjeras).

El área destinada a los trabajos de exploración y explotación por dicho decreto alcanza aproximadamente el 12% de la extensión de nuestro territorio nacional (111.843,70 km²) y cuenta con unas reservas probadas en miles y millones de toneladas de oro, diamante, hierro, bauxita, cobre y coltán. Es, además, una zona de una muy rica biodiversidad que comprende grandes selvas y bosques protegidos por decretos de reserva forestal, monumentos naturales y cuencas salvaguardadas por leyes ambientales y convenios internacionales (esta zona, por cierto, forma parte de la Amazonía: el bosque húmedo tropical más grande del planeta y el hogar de la mayor biodiversidad del mundo, entre un tercio y la mitad de la vida conocida del planeta).
. II Razones oficiales y razones reales
El proyecto del Arco Minero del Orinoco, según el propio Gobierno nacional, es una iniciativa que forma parte del Motor Minero de la Agenda Económica Bolivariana y cuyo principal propósito es reimpulsar la economía venezolana. Tiene, según sus propias afirmaciones, un valor económico estratégico fundamental: posee el potencial para llevar, al país, de una economía petrolera monorentista a una economía diversificada más vigorosa y segura. Altos funcionarios del Ejecutivo han sostenido, por ejemplo, que la ejecución del proyecto del Arco Minero podría convertir a Venezuela en la segunda reserva de oro más grande del planeta y establecer al estado Bolívar como una alternativa no petrolera de desarrollo en el país.

Sin embargo, las razones de fondo que han empujado al Gobierno nacional a implementar el proyecto del Arco Minero del Orinocoparecen ser muy distintas. La baja relativa de los precios del petróleo y la caída de la producción petrolera nacional han provocado una escasez notable de divisas en las arcas del gobierno. Esta escasez le ha impedido al Gobierno nacional, por una parte, atender satisfactoriamente sus obligaciones ordinarias y extraordinarias y, por la otra, mantener sus políticas clientelares, su sistema de corrupción interno y externo y su política de influencia internacional. El Gobierno nacional requiere desesperadamente nuevos recursos y nuevas fuentes de ingresos. Recursos y fuentes de ingreso que le permitan mantenerse en el poder y financiar la continuidad de su proyecto. El Arco Minero del Orinoco es esta nueva fuente lícita de recursos e ingresos. El proyecto del Arco Minero responde, de este modo, básicamente, a un interés privado: la satisfacción de los intereses de la elite gobernante; no a un interés primordialmente público: no al interés de la nación en general. La falta de los estudios previos de impacto ambiental y sociocultural exigidos por la Constitución Nacional para poner en marcha actividades de esta naturaleza deja justamente en evidencia la urgencia de su motivación particular y nos confirma, así mismo, el desinterés público de dicha empresa.

III. Impacto ambiental, social y cultural. La ejecución del proyecto del Arco Minero del Orinoco producirá uno de los mayores desastres ambientales en la historia de la humanidad, una catástrofe ecológica que afectará no sólo a la generación presente sino a las generaciones futuras de nuestro país y del planeta en general.

No existe, en el mundo contemporáneo, una tecnología adecuada para llevar a cabo una explotación minera de tipo ecológica. Los trabajos de exploración y explotación mineras del Arco del Orinoco serán realizados bajo las técnicas tradicionales de exploración y explotación. Así pues, la deforestación y la quema de millones de hectáreas, el uso masivo de cianuro y arsénico, el desvío de los cursos naturales de las corrientes de agua y la remoción de inmensas extensiones de superficie perjudicarán de manera permanente la tierra como el agua, el clima y la biodiversidad de toda la zona.

La ejecución del proyecto del Arco Minero del Orinoco producirá la destrucción completa de bosques y sabanas, la sedimentación y el envenenamiento de las cuencas, los embalses, los ríos y los demás cursos de agua, la desertificación y la contaminación de toda la zona explotada, la alteración del ciclo hidrológico, la incidencia negativa en el clima y la disminución de las precipitaciones. Una parte de nuestra nación, como es previsible, quedará (literalmente) convertida en un desierto árido e improductivo de excavaciones contaminadas. Nuestras reservas de agua y la generación de energía para todo el país, como es de esperar, se verán seriamente comprometidas.

El decreto del Arco Minero del Orinoco viola los derechos humanos de las comunidades indígenas de la zona y su ejecución podría dar lugar a un genocidio. Viola el derecho a la vida, el derecho a la preservación de las tierras y de las formas de vida ancestrales de las comunidades indígenas. La condena al exterminio o al desplazamiento. Las comunidades indígenas que se resistan a desplazarse de sus territorios estarán condenadas irremediablemente a su aniquilación; las que quieran preservar sus vidas deberán desplazarse forzosamente de sus tierras ancestrales. El Arco Minero del Orinoco será una sentencia de muerte para las etnias Warao, Acawayo, E’Ñepa, Pumé, Mapoyo, Kariña, Arawak, Piaroa, Pemón, Ye’kwana y Semeyá.

El Arco Minero del Orinoco convierte el sur de nuestro país en un enclave colonial. Le otorga ventajas especiales al capital extranjero: exoneraciones totales o parciales del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado, flexibilización de la normativa laboral, no interferencia de la minería artesanal, los indígenas o de huelgas. Y menoscaba odiosa e injustamente los derechos de los trabajadores empleados: los deja sin el amparo de la Ley del Trabajo y sin el derecho a reunión, manifestación o huelga.

El Arco Minero del Orinoco tendrá un impacto sumamente erosivo sobre nuestra sociedad y sobre la vida de toda nuestra nación: producirá la expansión a gran escala de los males sociales y culturales asociados a la minería ilegal actual: masacres, sicariato, corrupción, represión de los cuerpos policiales y militares, propagación de enfermedades, alcoholismo, tráfico de drogas, drogadicción, trata de mujeres, violación de menores, etc.

IV. Consideraciones finales

El decreto del Arco Minero del Orinoco viola derechos humanos fundamentales, la Constitución de la República y la firma de tratados internacionales ambientales, laborales e indígenas por parte de nuestro país.

El decreto del Arco Minero del Orinoco lesiona gravemente la soberanía de nuestra nación. Desconoce derechos y principios constitucionales para favorecer los intereses de la elite gobernante y del capital extranjero (inescrupuloso), en perjuicio grave del bienestar, la seguridad y el desarrollo sostenible de nuestra nación.

La ejecución del proyecto del Arco Minero del Orinoco perjudicará muy negativamente a nuestro ambiente, a nuestras comunidades indígenas y a nuestras vidas en general. Dará lugar a lugar a un ecocidio de grandes magnitudes e intensificará el -ya, de hecho, muy alarmante- proceso de desintegración social del país.

El Arco Minero del Orinoco producirá una catástrofe ecológica de consecuencias planetarias. El área destinada por el decreto para la explotación minera es muy, muy grande: casi la mitad de todo el territorio del Reino Unido (243.000 km²) e incluso superior a la extensión total de países tales como Cuba (109. 884 km²), Portugal (92.100 km²) o Panamá (78.569 km²). Su impacto sobre nuestro ambiente será incluso mayor al provocado, por la antigua Unión Soviética, en el mar de Aral (la reducción drástica, al 10% de su magnitud original) del cuarto lago más grande del planeta para la época (años 60 del pasado siglo) y su contaminación elevada convierten el ecocidio del mar de Aral en uno de las mayores catástrofes ambientales artificialmente provocados en la historia de la humanidad.

Si algún día nuestro país recupera la calma y los venezolanos de uno y otro signo deciden escribir su propia historia nacional de la infamia, el Arco Minero del Orinoco ocupará, sin duda alguna, un lugar destacado dentro de ella. Pero, por ahora, a todo ciudadano consciente, a todo individuo responsable le corresponde la tarea de oponerse a él, denunciarlo y organizarse para impedir la continuación de su ejecución.

Fuente:https://noalamina.org/latinoamerica/venezuela/item/40325-el-arco-minero-del-orinoco-fraude-y-catastrofe-en-venezuela

Modelo bolivariano de desarrollo en Venezuela :sus impactos ambientales y sociales

Modelo bolivariano de desarrollo en Venezuela :sus impactos ambientales y sociales

:: Ecología social
Publicado en Rebelión

:: 23-01-2006 y revisado el 2 de julio de 2019 />

Sociedad de amigos en defensa de la Gran Sabana AMIGRANSA

El modelo bolivariano de desarrollo que se esta implementando en Venezuela hace inalcanzable ese "otro mundo posible" por el cual luchamos los pueblos del mundo, pues no solo man tiene el viejo paradigma, sino que profundiza el modelo de desarrollo capitalista y neoliberal basado en la sobre-explotación de los recursos naturales, donde lo ambiental esta totalmente subordinado y la participación protagónica de las comunidades y movimientos sociales se desestima. Los impactos sociales y ambientales de este modelo bolivariano están poniendo en peligro el futuro del país y su soberanía, la seguridad alimentaría y la calidad de vida de todos los venezolanos.
Este modelo ha traído la destrucción irreversible de recursos naturales con la consecuente pérdida de diversidad biológica, el aumento del endeudamiento y la dependencia, la asociación con empresas trasnacionales de conocida trayectoria anti-ambiental y vulneradora de los derechos humanos y un sin fin de contradicciones que terminan impidiendo un proceso auténticamente transformador que erradique la pobreza y garantice la soberanía política, económica y ambiental de nuestro país.
Estas contradicciones se evidencian en el discurso presidencial y de otros altos funcionarios cuando alertan sobre los Cambios Climáticos, firman el Protocolo de Kyoto, pero al mismo tiempo promueven un Mega Plan denominado "Siembra Petrolera para la Integración y la Vida" que pretende convertir a Venezuela en la mayor Potencia Energética Mundial, a través de la explotación del petróleo y gas a gran escala y la construcción de una compleja red de gasoductos, puertos y refinerías, al mismo tiempo que magnifica la explotación del carbón en territorios indígenas en la Sierra de Perija, la explotación de la madera, oro y diamante a expensas de la destrucción de los bosques nativos tropicales de la Reserva Forestal de Imataca y otras reservas naturales, creando así nuevas deudas sociales y ecológicas. Por otro lado, plantean la Vuelta al Conuco, la agricultura ecológica y la prohibición de los transgenicos, pero promueve la siembra de grandes monocultivos, entre ellos la palma africana y pinos, la importación de soja transgénica, permite los agroquímicos e impulsa la construcción de petroquímicas para la fabricación de fertilizantes. Igualmente, el discurso oficial proclama la equidad social, pero realmente está creando una nueva oligarquía y más exclusión social al no ser éste un modelo participativo, y no disponer de una contraloría social y ambiental que impida la creciente corrupción, el despilfarro de los inmensos recursos económicos y el aumento impagable de la nueva deuda ecológica.
Por otra parte en el proceso de integración latinoamericana se vive un drama similar como consecuencia de la exportación de este modelo bolivariano de desarrollo a países hermanos y por el impulso y la ejecución de proyectos enmarcados en la Iniciativa de Infraestructura Regional Suramericana IIRSA (análogo al ALCA), promovidos por la Corporación Andina de Fomento, CAF, gran receptora de fondos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras IFIs, de los cuales Venezuela ha sido tristemente pionera con la puesta en marcha del tan cuestionado proyecto del


Tendido Eléctrico hacia Brasil, que atravesó,- a pesar de la oposición de indígenas y ambientalistas y de los argumentos geopolíticos, científicos, ecológicos y sociales - la Gran Sabana, el Parque Nacional Canaima y los territorios indígenas, dañando este patrimonio ecológico y cultural de la humanidad, y ahora, con el recién acordado Proyecto Chávez-Lula-Kirchner de un Mega-Gasoducto de 12.000 kilómetros que extendería su destrucción desde Venezuela hasta la Argentina, pasando por Brasil y Uruguay y que dañaria igualmente de manera irreversible los frágiles ecosistemas de la Guayana Venezolana y la Cuenca Amazónica. Los Proyectos IIRSA atentan contra la integridad de los recursos naturales, ponen en riesgo la soberanía de los pueblos y fronteras de Venezuela y otros países suramericanos y en algunos casos podrían transformar su geografía, como en el caso de la pretendida interconexión de los ríos Orinoco, Río Negro, Amazonas, y La Plata violentando maravillas de la naturaleza como lo es el Brazo Casiquiare en el Amazonas Venezolano, que conecta el río Orinoco con el rio Negro. La Unión Latinoamericana impulsada por el Proceso Bolivariano Venezolano pretende ser integradora pero en la práctica termina siendo neo-colonizadora, al utilizar la potencialidad energética y económica de Venezuela para convertirse en el nuevo país prestamista e inversionista latinoamericano.
Con la puesta en marcha de este equivocado, inconsulto y anti-ecológico modelo de desarrollo bolivariano venezolano, se ha permitido ciertos atropellos en el cumplimiento de la normativa ambiental lo que contraria el modelo de Estado Democrático, Social y de Justicia establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, con las graves consecuencias de una mayor contaminación de las aguas, una degradación ambiental irreversible y una merma en la calidad de vida, entre otras cosas, lo que conlleva a perdidas económicas y a un aumento de la inversión en salud que podría evitarse de establecerse un modelo de desarrollo ambientalmente armónico, que asegure perse, la salud y la calidad de vida de la población.
De Norte a Sur y de Oriente a Occidente, Venezuela esta amenazada mas que nunca por este modelo de desarrollo sobre-explotador, que se ejecuta a través de proyectos depredadores que desafían cualquier lógica. Las venas abiertas de Venezuela están más visibles aun hoy por la Nueva Apertura Petrolera, Gasífera y Minera concretada con la entrega de licencias (hasta por 35 años con la posibilidad de 30 años de prórroga) a las trasnacionales para la exploración y explotación de estos recursos. Tal es el caso de las exploración y explotación gas Costa Afuera en la Plataforma Deltana y s u área se calcula en 27.000 Km2 de plataforma y 55.000 Km2 de fachada a cargo de las empresas Chevron Texaco Chevron Texaco (Estados Unidos), Bloque 2 y 3 Conoco-Phillips (Estados Unidos ) Bloque 2, y Statoil ( Noruega) bloque 4 entre otras; el Proyecto gasífero Mariscal Sucre con Mitsubishi y Shell; el Proyecto gasífero Rafael Urdaneta de 30.000 Km2 entregadas en su primera etapa a la rusa Gazprom y a la norteamericana Chevron Texaco; la explotación del crudo pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco con un área de 55.324 Km2; donde hasta el momento destacan la Gazprom y Lukoil (Rusa), Petrobras (Brasil), Petropars (Irán), Repsol YPF (Española), la China Petroleum; y la Ongc de India. A todo esto se suma la proliferación de gasoductos y refinerías, la construcción del Complejo Industrial Gran Mariscal Ayacucho, CIGMA en la Península de Paria, y la anti-ecológica explotación del Carbón en la Sierra de Perija (Edo. Zulia), en territorios protegidos y hábitat de indígenas Wayúu, Yukpa y Bari.
Se suman a los impactos ya existentes del modelo de explotación petrolero y minero de la IV republica, (tales como la pérdida de la biodiversidad marina en el Lago de Maracaibo ante la contaminación provocada por la mega explotación del petróleo y los derrames y fugas continuas de miles de kilómetros de tuberías en su lecho; la subsidencia (hundimiento) de zona oriental del lago de Maracaibo; las miles de fosas de desechos petroleros al aire libre diseminadas por todo el país, contaminando el suelo, el subsuelo y las aguas subterráneas; la contaminación mercurial e impactos ambientales en la Cuenca del Río Caroni y en Imataca; los impactos al ambiente y a la salud por la explotación del carbón en el Zulia) nuevos impactos sociales y ambientales por la continuación y ampliación de este modelo desarrollista. Estos impactos se evidencian en: la migración de los pueblos indígenas a las ciudades en condición de mendicidad, caso de los Warao del Delta del Orinoco; la perdida de identidad cultural en poblaciones cercanas a las explotaciones petroleras por la fuerte presencia de trabajadores extranjeros o foráneos como es el caso de Anaco o en el Delta del Orinoco; la destrucción de bosques y fuentes de agua como en la Reserva Forestal de Imataca; la eliminación o merma de economías locales como la de los pescadores del Golfo de Paria y el lago de Maracaibo; la destrucción y contaminación de fuentes de agua, como es el caso de la contaminación por mercurio en las cuencas del río Caroní por la explotación minera de oro; la contaminación de acuíferos y aguas subterráneas en la Faja Petrolífera del Orinoco; la contaminación de tierras agrícola; la destrucción de fauna marina, terrestres y avifauna por la explotación de gas costa fuera; el humo de quema de gases y emisiones de C02 que provocan el calentamiento del planeta el cual contribuye a la subida del nivel de los mares, la generación de poderosos huracanes como Katrina, y el aumento de los vectores causantes de enfermedades.
Ante este dramático panorama asociado a este modelo de desarrollo sobre-explotador de los recursos naturales, lo lógico y sabio seria promover en Venezuela una discusión amplia, participativa y protagónica con comunidades y movimientos sociales, enmarcada en los principios de respeto a la naturaleza y al ser humano, que permita construir un modelo de desarrollo que haga posible la eliminación de la pobreza, mantenga la salud de los ecosistemas, contribuya a la disminución de los cambios climáticos, aumente la seguridad alimentaria y la soberanía. En el mundo de hoy, ningún gobierno que no asuma el tema ecológico seriamente, puede llamarse revolucionario. En los tiempos actuales la revolución ecológica es esencial para superar la agobiante opresión de ecosistemas y poblaciones que ha significado el desarrollo dominante así como para la salvación del mundo


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La Sociedad de Amigos en defensa de la Gran Sabana es una asociacion civil sin fines de lucro,constituida en abril de 1986 para la preservación, conservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural de la Gran Sabana-Parque Nacional Canaima (Tierra de Tepuyes) y de todas aquellas áreas pertenecientes al Macizo Guayanes. Nos hemos sumado a esta causa por un profundo amor a la naturaleza y porque estamos convencidos que el respeto al mundo natural y a las leyes ecológicas, son una de las vias primordiales hacia el bienestar y la supervivencia de la humanidad. AMIGRANSA la integran un grupo de profesionales de distintas disciplinas,jóvenes, estudiantes y una amplia red de colaboradores formada por habitantes de la Gran Sabana, cientificos y otros amantes de la naturaleza. El trabajo en AMIGRANSA esta basado en el voluntariado

AMIGRANSA

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La Gran Sabana donde Dios dio rienda suelta a la más sublime creatividad

La Gran Sabana donde Dios dio rienda suelta a la más sublime creatividad



Existe una Tierra donde Dios le dio rienda suelta a la mas sublime creatividad.
Y en una excelsa acuarela de colores,
esparció los mas deslumbrantes verdes y azules
sobre las mas gráciles colinas y sabanas,
y los mas apoteósicos cielos.

Y dió vida a las mas juguetonas nubes,
para que siempre amenizaran el fondo,
con el mas inusitado desfile de figuras.
Y dió libertad a los más hermosos ríos,
para que formaran los mas majestuosos saltos de agua,
y los mas rutilantes cauces entre bosques y sabanas.

Y convocó a los mas gentiles vientos,
para que acariciaran siempre a su moradores,
con el arrullo del cielo

Existe una Tierra donde Dios instaló los amaneceres más gloriosos,
y los atardeceres mas sublimes,
en el escenario mas grandioso.
Como para que los hombres que pudiesen verlos,
apreciaran la pequeñez humana,
ante la grandeza del Cosmos !

Existe una Tierra donde el horizonte y el cielo
se confunden en el abrazo mas amoroso.
Donde se puede encontrar las respuestas
a las interrogantes mas profundas.

Existe una Tierra donde Dios construyó un lugar tan hermoso
para los seres del planeta,
pero tan hermoso,
que resolvió que Él también lo habitaría,
porque era demasiado bello
para que lo habitaran nada mas los seres de la tierra.

Existe una Tierra
donde los elementos agua, tierra, fuego aire y éter,
escenifican incesantemente la mas maravillosa danza,
en la creatividad mas más ilimitada.
Purificando a los mas intranquilos espíritus,
y deleitando a los más agudos observadores.

Existe una Tierra donde Dios y el hombre
pueden ser Uno sólo.

Esa Tierra es La Gran Sabana !

-FB/ Diciembre de 1996
(*Texto publicado en la obra “Poemario Ecológico Hatillano y de otros parajes”; de Frank Bracho; disponible en amazon.com)

HOY 8 DE ABRIL 2012 FELIZ 26 CUMPLEAÑOS AMIGRANSA

HOY 8 DE ABRIL 2012                           FELIZ 26 CUMPLEAÑOS AMIGRANSA

GRACIAS A LA MAGICA GRAN SABANA POR PERMITIRNOS CRECER Y EVOLUCIONAR EN SUS SABANAS, RIOS Y RODEADOS DE LA ENERGIA DE SUS TEPUYES....., GRACIAS A ESOS SOBRECOGEDORES CIELOS Y ATARDECERES, A LA FUERZA DE SUS CASCADAS....., GRACIAS SIEMPRE POR ENSEÑARNOS  Y MOSTRARNOS LA GRANDEZA DE DIOS  EN TU CREACION  Y POR IMPULSARNOS A DEFENDER Y CUIDAR TODAS ESTAS MARAVILLAS  A TRAVES DE ESTA ENRIQUECERDORA EXPERIENCIA QUE ES LA SOCIEDAD DE AMIGOS EN DEFENSA DE LA GRAN SABANA- AMIGRANSA, QUE HOY CUMPLE 26 AÑOS DE FUNDADA

 

 


Aragua ,Carabobo y Caracas consumen agua contaminada?

¿Agua mala para Caracas?

Los trasvases que operan en el centro del país pudieran estar contaminando los embalses que surten a la capital. Y la situación en Valencia y Aragua amenaza con empeorar. Por Oscar Medina

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Casi la totalidad de la superficie del embalse La Mariposa está cubierta de Bora, lo que evidencia alta concentración de nutrientes y fósforo aportados por aguas servidas y fertilizantes OSWER DIAZ MIRELES
 
"Desde 2007 se dispararon los parámetros de cloro residual y aluminio en el agua de Valencia", señala Lucio Herrera, del Movimiento por la Calidad del Agua y coordinador de la región central de la organización Anauco: "El mayor uso de cloro para la potabilización es evidencia de mayor carga bacteriana. Y el peróxido de aluminio lo usan para clarificar el agua. Ambos elementos superan las normas establecidas. Eso coincidió con el trasvase del Lago de Valencia al Pao Cachinche. Imagina lo que podrá pasar si se aumenta a 18 mil litros por segundo".
¿Agua mala para Caracas? - Nacional y Política - EL UNIVERSAL http://bit.ly/AiHUGk via @ELUniversal

Mafias en Alto Paragua :explotacion de oro y destruccion de la naturaleza en la Guayana Venezolana

Mafias en Alto Paragua :explotacion de oro y destruccion de la naturaleza en la Guayana Venezolana

Continúa la explotación ilegal
de oro en el sur de Bolívar

Los más diversos negocios ilegales surgen alrededor de la explotación del oro
Líderes de la etnia pemón que controlan la bulla de Tonoro desconocen la autoridad militar en la zona.
Los seis homicidios ocurridos el 9 de febrero por un enfrentamiento entre bandas de mineros permanecen impunes.
Alexis Romero, máximo líder de la comunidad pemón del Alto Paragua, atravesó el puesto de control militar que está ubicado en el salto de Uraima acompañado de dos jóvenes que le servían de escoltas; uno de ellos portaba una escopeta. De ese modo, el cacique reafirmaba su autoridad sobre la zona, aunque ello significara un desafío al Ejército.
En ese mismo sitio, el 31 de octubre de 2011, los indígenas sometieron, desarmaron y detuvieron a 23 soldados. La desventaja en que se encontraba ahora Romero para enfrentar a un pelotón armado con fusiles de guerra permitió a los militares apostados en Uraima vengar la humillación que habrían sufrido 3 meses antes.
El escolta fue desarmado y un anciano pemón terció en el altercado: “¿Por qué no terminan de entender que estas tierras son nuestras y que aquí gobernamos nosotros?”.
Furioso, el cacique tomó una curiara y se trasladó hasta la comunidad Manareken para reportar el incidente vía radio y activar los planes de contingencia contra cualquiera que pretenda entorpecer la explotación de oro en la mina Tonoro, la cual permanece bajo exclusivo control de los indígenas.
“Cada quien sabe lo que tiene que hacer. No vamos a permitir más atropellos”, advirtió.
La tensión entre indígenas y militares por el control de las minas ha convertido el Alto Paragua en zona de permanente conflicto. A 300 kilómetros de Ciudad Bolívar la fuerza sustituye la legalidad y nadie está dispuesto a ceder.

Tierra arrasada:
En el recorrido fluvial desde el pueblo La Paragua hasta Tonoro, el paisaje va creciendo en exhuberancia. Los manglares se hunden y emergen grupos de piedras, cada vez de más variados tamaños y formas. Con el ascenso, el río y los árboles se agrandan. La sensación de armonía se consolida con la alegría del niño indígena, que sonríe y saluda a los pasajeros de la curiara. Al lado del muchachito, un cerdo limpísimo bebe agua en el centro de un remolino de mariposas amarillas.
Todo cambia abruptamente al llegar al embarcadero de Tonoro, la entrada de la mina que controlan los pemón. Varios indígenas armados con escopetas y vestidos con franelas negras que los identifican como agentes de seguridad interceptan a cualquier extraño. Aunque tenga la autorización de los líderes de la comunidad, el que no sea indígena debe permitir la revisión de sus documentos de identidad y ser fotografiado con teléfonos celulares.
Para llegar a la mina hay que recorrer un estrecho camino de aproximadamente un kilómetro. El verdor del bosque se acaba cuando se llega al campamento de ranchos, en su mayoría recubiertos con plástico negro, donde están instaladas las viviendas, los servicios y el comercio de todo tipo de bienes a precios exorbitantes. Se paga indistintamente con dinero o con oro: un tambor de combustible puede llegar a costar 10 millones de bolívares o 300 gramas (en la mina, el término gramo se utiliza en femenino); un kilo de carne, 300 bolívares o una grama; una caja de 10 pastillas analgésicas, 15 bolívares o media grama.
“Aquí puedes encontrar de todo”, dice una joven pemón, mientras se tiñe el cabello de rojo frente al espejo. La peluquería que montó en el campamento de Tonoro se distingue por una galería de fotos de modelos rubios, de modo que los clientes indígenas escojan a quien quieren parecerse.
En el centro del campamento hay una sucesión de huecos enormes y profundos, que dejan ver la tierra arrasada por la deforestación de aproximadamente cinco hectáreas. La anárquica destrucción del bosque se extiende tan rápida, progresiva e ilimitadamente como la desesperación que caracteriza la búsqueda, por lo general ilegal, de oro.
“Así es este negocio”, resume un minero no indígena, sin demostrar culpa alguna por el impacto ambiental que causa la explotación por aluvión que se practica en el lugar.

Sin corruptela:
Obediencia, disciplina y subordinación. El liderazgo pemón parece haber tomado los principios que rigen en teoría la institución castrense, para tratar de convertir la mina Tonoro en un ejemplo positivo.
El único vocero autorizado de la comunidad es el capitán Alexis Romero, pero está impedido de dar declaraciones a la prensa por orden del tribunal que lo procesa junto con otros cinco líderes indígenas, imputados de los delitos de sustracción de efectos de la Fuerza Armada Nacional y ataque al centinela, en relación con los sucesos del 31 de octubre de 2011.
Romero estuvo preso en La Pica y ahora está en libertad condicional, por la intercesión de un sector del Gobierno que teme los efectos de una sublevación indígena en el sur del estado Bolívar.
Sin embargo, en una especie de plaza central del campamento, Romero explicaba a los allí reunidos que es necesario cambiar la imagen que se tiene de la mina como epicentro de una maraña de delincuencia, vicios y corrupción: “Aquí no hay ni habrá corruptela”, como llaman a la zona de tolerancia para la prostitución y el tráfico y consumo de drogas, que forma parte de la estructura habitual de las minas.
“Este es un proceso. Los cambios no van a lograrse de la noche a la mañana. Lo primero es reafirmar nuestros derechos sobre el territorio que nos pertenecen por derecho ancestral. Lo segundo es organizarnos para erradicar los vicios y las amenazas de los mafiosos.
Luego nos ocuparemos del asunto ambiental; por ejemplo, de la propuesta que nos hizo la ministra (de Pueblos Indígenas) Nicia Maldonado de convertir los huecos que quedan en lagunas para criar peces”, razonaba el cacique ante los pemones que lo oían.
Las mafias en las minas del Alto Paragua:
“Desde hace diez años soy minero y nunca había estado en una mina de donde brotara tanto oro”, afirma el hombre que salió de Manasa, la bulla más reciente descubierta en el Alto Paragua, donde el 9 de enero hubo por lo menos seis muertos en un enfrentamiento entre bandas armadas.
El individuo asegura que presenció los hechos: “Los 24, que son unos colombianos también conocidos como Los Negros, se enfrentaron con Marco Polo, que es ficha de Wilmito, el que era pran de la cárcel de Vista Hermosa. A punta de pistola, Los 24 estaban desalojando a la gente de las zonas de la mina donde había más oro; se metieron con uno de la banda de Marco Polo y al día siguiente se enfrentaron a tiros”..
Ambos grupos delictivos son conocidos en todo el sur del estado Bolívar, pues se trasladan constantemente por la zona para apoderarse de las nuevas bullas mediante la fuerza y el terror.
“Yo los he visto en Tumeremo y en el kilómetro 88. Nadie puede con ellos. Tienen tanto dinero que pueden pagarle a cualquiera para continuar mandando en las bullas”, afirma otro minero, que también estuvo en Manasa y 15 días después de los homicidios asumió el riesgo de regresar por picas abiertas en los bosques, ya que la mina permanece militarizada.
El general del Ejército Julmer Román Yépez Castro, comandante de la V División de Infantería y Selva y del Teatro de Operaciones Número 5, no permitió el acceso de la prensa para ver en qué estado se encuentra la mina Manasa, pero negó que allí hayan muerto seis personas y que ahora esté siendo explotada por militares, como afirman algunos indígenas.
“Entramos en las minas y destruimos los campamentos donde vive esa gente en condiciones infrahumanas, inhabilitamos los motores ­con disparos o con C-4, según relató un minero­ y cortamos las mangueras… todo lo que está previsto en la Ley Penal del Ambiente; pero la ley no permite la detención de las personas. A pesar de los puestos de control que tenemos en el río, ellos se meten por los caminos verdes”, confirmó Yépez Castro. El militar trató de explicar las dificultades que afronta para ejercer control militar en la zona minera: “Estamos hablando de 480 kilómetros cuadrados de selva”.
La impunidad de los grupos delictivos instalados en las minas agrava la situación. Transcurrido mes y medio de las muertes en Manasa, el Ministerio Público no ha informado sobre los resultados de las investigaciones.
Entre la suerte y la muerte:
“Todo el mundo come de la minas”, dice el conductor de un vehículo de transporte público, y ofrece un ejemplo: “Estas navidades fueron buenas para La Paragua porque la mayoría del pueblo cogió para las dos últimas bullas y regresó con real”.
Alrededor de la explotación del oro surgen los más diversos negocios que involucran a muchos más de los que se internan en la selva del Alto Paragua. “Por tres días, una semana o un mes, todo depende de la suerte”, afirma un muchacho de 17 años de edad, que procede del kilómetro 88 y está dedicado a la minería desde los 10 años. “Aquí se gana real, pero todo es muy caro. Con lo que me queda, me compro ropa y le mando a mi mamá”, dice el joven, después de una agotadora jornada de más de ocho horas, que ese día estuvo agitada por un accidente que se repite con frecuencia: dos hombres fueron tapiados por un alud de tierra, que casi los mata.
El traslado de un lesionado o enfermo desde las minas del Alto Paragua hasta el hospital más cercano implica una travesía de más de cuatro horas en curiara.
Un minero de 30 años de edad, oriundo de Barinas y que desde hace dos meses no ve a su familia, lo dice a su modo: “En las minas te puedes hacer rico en un momentico, pero en un momentico puedes quedar sepultado por un deslizamiento o por el balazo de un malandro que quiere todo el oro para él. Y también en un momentico puedes perder todos los reales que te ganas, si te metes en una corruptela ­ese el nombre que se le da a una especie de bar que existe en la mayoría de los campamentos­ y te enamoras de una prostituta”.
El que procede del kilómetro 88 y el que viene de Barinas trabajan para un pemón que es dueño de dos “compañías”, como se denomina el equipo integrado por cinco mineros y una cocinera. El empresario proporciona las maquinarias (motores, bombas, mangueras), para lo cual hace una inversión de aproximadamente 35.000 bolívares y, además, costea la manutención de los empleados; se queda con 60% del oro extraído y el resto se divide en partes iguales entre los mineros y la cocinera.
La mayoría de las viviendas que rodean la inmensa fosa que queda en el bosque después de la explotación de oro por aluvión parecen carpas de plástico negro. En algunas hay artefactos que ofrecen relativo confort, como cocinas, refrigeradores y televisores de pantalla plana. En la mina Tonoro, al lado de la antena de una compañía de televisión por satélite, se secaban unos huevos de iguana.
El traslado de todo tipo de mercancías desde el pueblo de La Paragua (y a veces desde Ciudad Bolívar, San Félix e incluso Caracas) hasta las minas incrementa los costos, sobre todo de las que están indudablemente destinadas a la minería ilegal, como motores, combustible y mercurio. En el puesto de control militar localizado en el salto Uraima del río Paragua, un soldado da una explicación: “Todo eso lo metieron los mineros antes de que nosotros llegáramos aquí”.
En la entrada de la mina Tonoro, el hombre que una vez por semana traslada 10 barriles, cada uno con 200 litros de gasolina, se justifica: “Vendemos cada barr il hasta en 8 palos ­8.000 bolívares­ por todo lo que tenemos que pagar en vacunas”.
“No basta nacionalizar”:
“Vamos a preservar la selva y los ríos. ¡Ajá! ¿Y qué vamos a hacer con los 50.000 mineros?”. La pregunta del antropólogo de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Sergio Milano, es un reto a los ecologistas, a la reconversión minera ensayada sin éxito por el Estado en 2005 y al Decreto Presidencial de nacionalización del oro, en vigencia desde agosto de 2011.
“No se puede imponer un modo de producción. Es difícil imaginar a un hombre casi analfabeto interviniendo en igualdad de condiciones en la exploración o explotación desde una empresa mixta. No basta nacionalizar la industria del oro”, opina Milano.
El investigador sostiene que el Estado debe ir más allá de la estigmatización del minero como depredador del ambiente: “Y no solamente contaminan, sino que se contaminan con el uso del mercurio, con una temeridad que llega al extremo de poner en peligro a sus propios hijos”.
Para disminuir los estragos de la minería, Milano sugiere al Estado: precisar cantidad y ubicación, tanto de mineros como de territorios impactados; crear un banco estatal que compre el oro, previa regularización de la explotación; y aplicar un riguroso control del acceso a las minas, para detener el tráfico ilegal así como la proliferación de mafias.
Pronósticos:
Al ecocidio se suma el etnocidio.
Las razones de los líderes indígenas del Alto Paragua para tomar la mina Tonoro están referidas extensamente en un documento suscrito el 25 de octubre de 2011, pero podrían resumirse en la demora gubernamental en la demarcación de los territorios que les pertenecen por derecho ancestral, sumado a las medidas que les impiden beneficiarse de los recursos del subsuelo, como el Decreto Presidencial 8413, mediante el cual se nacionaliza la exploración y explotación del oro.
El reclamo no tiene nada que ver con la idea generalizada de que el indígena respeta la naturaleza y, bajo ninguna circunstancia, es capaz de destruirla.
La antropóloga de la Universidad Experimental de Guayana, Nalúa Silva, ofrece una explicación: “En la mina se trastocan las relaciones sociales propias de los pueblos y comunidades indígenas.
Lo público se privatiza y el afán de lucro individual sustituye la búsqueda del beneficio colectivo. La mina tiene un efecto devastador no sólo sobre la naturaleza, sino sobre las etnias. El resultado final es la pérdida de la identidad cultural y la desaparición del pueblo indígena como tal. Son procesos ecocidas y etnocidas”.


Por: EDGAR LÓPEZ
elopez@el-nacional.com
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En opinión de la Red Alerta Petrolera ’Orinoco Oilwatch’

En opinión de la Red Alerta Petrolera ’Orinoco Oilwatch’

 "el dramático panorama que presentan las áreas de exploración y explotación petrolera a todo lo largo del país, por la destrucción de ecosistemas, pérdida de biodiversidad, deforestación de bosques y manglares, contaminación de acuíferos, ríos y mares, subsidencia, impactos negativos en la cultura y la sabiduría tradicional, deterioro en la calidad de vida, de la salud y de la economía de los pueblos, la violación de los derechos humanos y el desconocimiento de principios constitucionales que resguardan las tierras y territorios de comunidades y Pueblos Indígenas, son factores desestabilizadores, que promueven el desalojo y cambio en las sustentables formas de vida y provocan la migración, el desarraigo, la pobreza y la violencia"