Ya nadie habla del tan anunciado Gasoducto del Sur que fue presentado por el presidente Chávez en enero de 2006 “como una decisión política” tomada conjuntamente con Brasil y Argentina. Recuerdo la entrevista que dio a BBC Mundo, a mediados de abril de se año, el viceministro de Hidrocarburos de Bolivia, Julio Gómez, en la que calificó de chiflado al proyecto impulsado por el presidente de Venezuela de tender una tubería continental a través de 8 mil kilómetros para abastecer a Brasil y Argentina. El funcionario afirmó que el proyecto “es una locura, que no tiene ni pies ni cabeza”.
EL GASODUCTO NO VA
El tiempo le dio la razón al funcionario boliviano pues una fuente de la industria energética brasileña afirma que el equipo de profesionales de Petrobras que participaba en el proyecto ha firmado un acta de cierre del mismo por considerarlo “técnicamente imposible de realizar”, además de amenazar severamente el ecosistema del Amazonas.
En una oficina de Rio de Janeiro, donde se reunían los técnicos venezolanos y brasileños, se llegó a esa conclusión y estos últimos decidieron consignarlo por escrito ante sus autoridades gubernamentales. Esto es vox populi en el sector energético de ambos países. Lo afirma Petrobras internamente y lo sabe PDVSA también internamente, pero nadie dice nada. Sería interesante que los periodistas de la fuente consultaran al ministro Ramírez para conocer la posición del Gobierno. De confirmarse esta noticia se caería uno de los proyectos más cacareados por Hugo Chávez. Esta sería la guinda del caso Mercosur.
0 comentarios